Mensaje Semanal
La Casa Blanca
El Vice-Presidente: Hola, gente. Soy Joe Biden y estoy aquí sentado con Tim Lewis, un juez federal retirado que fue nominado para la magistratura por un presidente republicano y confirmado por un Senado demócrata, cuatro semanas antes de una elección presidencial.
Juez Lewis: Hola a todos. Es cierto. Soy la prueba viviente de que el nominado del Presidente Obama a la Corte Suprema - el Juez Merrick Garland - merece la misma consideración del Senado actual.
El Vice-Presidente: No solamente porque Merrick Garland esta reconocido -sin excepción-tanto por la derecha como por la izquierda, de ser una eminencia jurídica en Estados Unidos y un modelo de integridad.
Juez Lewis: Pero también porque es lo que exige la Constitución. El Presidente en ejercicio nominará-no que alomejor puede nominar-sino que deberá nominar a alguien para ocupar una vacante en la Corte Suprema, con el consejo y consentimiento del Senado. Eso incluye consultación y votación.
El Vice-Presidente: Funciona así. Durante 17 años, yo fui la cabeza o miembro prominente del Comité Judicial del Senado, que supervisa las nominaciones para la Corte.
Presidí nueve nominaciones en total-más que cualquier persona viva. A algunos los apoye. A otros no.
Pero cada nominado fue recibido por los miembros del comité.
Cada nominado tuvo una audiencia con el comité.
Cada nominado salió del comité y fue al piso del Senado, aún cuando el nominado no recibido el respaldo de la mayoría de mi comité.
Y cada nominado, incluyendo el Juez Kennedy, en un año electoral, obtuvo un voto a favor o en contra por el Senado.
No muchas veces.
No la mayoría de las veces.
Cada vez.
Esa es la clara regla de Consejo y Consentimiento de la Constitución.
Y es la regla que hoy en día el Senado republicano está violando. Nadie sugiere que los senadores tienen que votar "sí" para un nominado. Siempre tienen la opción de votar “no”.
Pero no diciendo nada, no viendo a nadie, no leyendo nada, no escuchando a nadie, y de antemano decidir simplemente darle la espalda, no es una opción que la Constitución ofrece.
Juez Lewis: Y tiene consecuencias reales para todos nosotros.
En los cuatro meses desde la nominación de Merrick Garland, ya hemos visto cómo la falla del Senado a actuar ha prevenido que la Corte cumpla con sus deberes de interpretación lo que es la ley y la resolución de conflictos en las cortes de primera instancia.
Esta obstrucción histórica conlleva mayores costos de litigio y retrasos- cuyo peso recae mayormente sobre los estadounidenses comunes más que sobre las corporaciones con infinitos recursos.
Decisiones pendientes de la Corte Suprema causan algunas leyes federales que deberían aplicarse a todo el país resultan constitucionales en algunos lugares pero inconstitucionales en otros.
Si esto continúa, nuestra libertad de expresión, nuestra libertad de credo, nuestro derecho al voto, nuestro derecho a la privacidad- todo podría depender del lugar donde vivimos.
El Vice-Presidente: Y cuanto más tiempo lleve ocupar la vacante, más serio será el problema- creando una mayor confusión e incertidumbre con respecto a nuestra seguridad y protección.
Si hay ocho Jueces en un caso, el mismo Juez Scalia escribió, eso aumenta la “posibilidad de que, con motivo de un voto empatado, [la Corte] se encuentre a sí misma incapaz de resolver el importante problema legal presentado por el caso”.
Y si los senadores republicanos no actúan, podría pasar todo un año antes de que la Corte Suprema esté completa para resolver cualquier problema importante que se le presente.
Gente, ya hay suficiente disfunción en Washington, D.C.
Este no es el momento de expandir esa disfunción a la Corte Suprema.
Juez Lewis: Y somos mejores de que lo que hemos estado observando. Como país, somos solo tan fuertes como las tradiciones que valoramos-las que sostenemos al dedicarnos a algo más grande que nosotros mismos.
El Vice-Presidente: Gente, la diferencia que caracterizó siempre a nuestra gran democracia es que siempre podemos razonar nuestras diferencias y actuar entonces como ciudadanos, a través de nuestro voto, como servidores públicos, para arreglarlas.
Pero tenemos que actuar de buena fe.
Porque si no encontramos algo en común, no podemos gobernar.
Por el bien del país que amamos- todos tenemos que hacer nuestro trabajo.
El Presidente ha hecho el suyo. Los republicanos del Senado deben hacer la parte que les toca.
Gracias y que pasen un buen fin de semana.